Pinchando en el siguiente enlace el senderista podrá tener el track de la ruta:
https://www.dropbox.com/s/dpyg3vegalabzpa/Track_Quintanilla_con_derivaciones.gpx?dl=0
https://www.dropbox.com/s/sus1eszte8np2i1/Tour%20sendero.kmz?dl=0
]]>Pinchando en el siguiente enlace el senderista podrá tener el track de la ruta:
https://www.dropbox.com/s/dpyg3vegalabzpa/Track_Quintanilla_con_derivaciones.gpx?dl=0
https://www.dropbox.com/s/sus1eszte8np2i1/Tour%20sendero.kmz?dl=0
]]>Hoy podemos disfrutar de un magnífico paseo entre el río y el canal que transcurren paralelos desde Quintanilla hacia Sardón y admirar la riqueza paisajística y arquitectónica del mismo. Igualmente, el Hotel la Aceña, está construído sobre la antigua fábrica de harinas de las que conserva gran parte de su estructura, como son las compuertas que permitían la entrada del agua para mover las muelas.
]]>Entorno y Rutas Turísticas
Quintanilla de Onésimo cuenta con más de 3.300 has. De superficie forestal, sólo superada en la provincia por Olmedo, Portillo y Montemayor de Pililla.
Los fértiles terrenos situados en las inmediaciones del río Duero están habitados por extensos viñedos que dan color y sabor a estos parajes. Conforme nos acercamos a las parameras, en la base de las laderas, donde hay más humedad, nos encontramos algunos "sebes" (setos vivos formados por plantas espinosas), donde la vid se asilvestra, mezclándose con majuelos, zarzamoras, escaramujos, etc.
La Localización de estas rutas es el término municipal de Quintanilla de Onésimo y la relación de rutas es la que sigue:
1-Camino hacia la Abadía de Retuerta desde el nacimiento del Canal del Duero, continúa entre el Río Duero y el Canal del Duero.
El río y la ribera.
Junto a la pesquera, podemos ver a ambos lados del río restos de antiguos molinos de harina, en la orilla norte, restos de la aceña medieval de Olivares, En el lado de Quintanilla, tenemos el edificio rehabilitado de la Aceña hoy un hotel restaurante de tres estrellas. En 1900 la Sociedad Industrial Castellana levantó una pequeña fábrica de harinas sobre el antiguo molino medieval,
Podemos pasar bajo el puente y ver las riberas arboladas, y las islas fluviales. El puente, iniciado a comienzos del siglo XVI, aunque las primeras noticias que tenemos del puente de Quintanilla y Olivares data de 1494 a través de una carta de los Reyes Católicos al corregidor de Valladolid para informar de los posibles problemas que pudieran existir para la construcción del puente, libre de portazgo y derecho de uso. La siguiente noticia la encontramos con Carlos I, quien autoriza la construcción, pasando a ser Quintanilla de Yuso, punto estratégico en las rutas norte-sur al unir ambas orillas. La piedra empleada para su construcción fue extraída de una cantera propiedad del municipio que ha perdurado hasta hoy en sus manos. Entre sus constructores destacan Juan de la Vega, Francisco del Río y Felipe de la Cajiga.
El Canal del Duero, que toma las aguas junto al puente, fue creado para buscar soluciones al problema de la sequía en Valladolid. Desde mediados del s. XVI ya se trataba el asunto, pero hubo que esperar hasta el s. XIX para ver comenzada la obra. La solución se gestionó en 1880 concediendo las obras al Marqués de Salamanca siendo alcalde de Valladolid D. Miguel Iscar, se inaugura en 1886. Esto contribuyó a una mejora de la economía local, al instalarse en el municipio familias de los trabajadores del canal.
Una parte importante del Canal del Duero discurre bajo una bóveda de medio punto hasta que el agua retorna a la luz. Este tramo del Canal, tiene una longitud de 556 metros. El Canal avanza paralelo al río hasta el término de Traspinedo, creando una senda ideal para pasear y contemplar el ambiente de ribera, de frondosos árboles y sonido de pájaros.
El Canal pertenece al Ayuntamiento de Valladolid y se desconocen los términos y condiciones de la participación del Ayto. de Quintanilla en la ejecución de la obra.
2-Subida a las Tres Matas: esta senda, de sentido circular, permite pasar por el entorno de "Los Humedales" cuya rehabilitación está pendiente, visitar uno de los Chozos de pastor recientemente rehabilitado a través de una de las subvenciones de la Junta de Castilla y León para la recuperación del patrimonio etnográfico y las Tres Matas, Esta ruta tiene la posibilidad de ser continuada hacia la Casa de los Tatis, y la Casa de la Marquesa, en ruinas, en lo alto del monte Carrascal, para posibilitar una ruta más larga.
3-Subida al mirador del Pico Cuadro por el camino de Carrantigua con opción a hacer una ruta más larga por el Camino Nuevo.
El monte.
La flora del monte está marcada por el pino piñonero (pinus pinea) formando masas claras que permiten crecer matorrales y plantas herbáceas, y en las zonas pedregosas cohabita con otras especies autóctonas, como es la encina (Quercus Ilex), la especie arbórea por excelencia es la encina (Quercus Ilex Rotundifolia), también denominada carrasca, de gran resistencia y capacidad de adaptación al rebrotar al ser cortada. Es un entorno muy apropiado para la nidificación de aves de fauna mediterránea (águila ratonera, calzada y culebrera entre otras), ardilla roja y otras aves menores, (pinzones, verdecillos,...) atraídos por su piñón, junto a estos aparecen especies cinegéticas (jabalíes, corzo y palomas torcaces). En los bordes del páramo, desde tiempos remotos las encinas centenarias se alzan mostrando su esplendor, de ahí las Tres Matas, tres grandes encinas que fueron durante muchos años el orgullo del pueblo, una de ellas no hace mucho fue dañada por un rayo, pero aún queda su resto como testigo mudo de su existencia. Otra de esas encinas centenarias es la catalogada "Encina Grande", que se encuentra en la finca "La Planta", de 11 metros de altura y 5,8 metros de diámetro. Otras especies son el enebro, la sabina y el majuelo, junto a ellos especies menores como el hinojo, espliego, tomillo, romero, espárragos trigueros, salvia, lino blanco o jedrea, algunas de las cuales son utilizadas por las abejas para producir miel.
]]>Desde los ojos del puente cuatro siglos nos contemplan, testigo de crecidas como la de 1626 que arruinaron otros puentes sobre el Duero quedando este en pie, en 1812, Wellington vuela un ojo del puente en su estrategia contra los franceses, lo que fue aprovechado por Josef Diego, vecino de Quintanilla, pone una barca por encima de la pesquera, para cobrar a su antojo a todo aquel que quisiese pasar de un lado a otro, entre 1812 y 1817, cuando el Intendente de Valladolid, establece un arancel al tal Josef Diego. En 1826 el puente sigue sin repararse y no hay paso de barca, y Quintanilla y Olivares acuerdan poner una barca entre ambas orillas. En 1875 el puente parece estar reparado, de la mano del arquitecto Rafael Velasco, y un siglo más tarde, funcionó un bar en la isla del tercer ojo por parte de Quintanilla, hoy ya casi olvidado.
]]>En su interior, se pueden catalogar las siguientes obras, recientemente restauradas, a petición del consistorio, pues según su inventario de bienes, la ermita y todo lo de su interior, es de propiedad municipal, lo que redunda en lo enteramente popular de este tipo de edificaciones, al ser totalmente sufragadas por el pueblo a través de su concejo.
Un retablo del siglo XVII que en su parte central presenta unas pinturas sobre tela, que sirven de fondo a un crucifijo de principios del s. XVI en madera de nogal, policromado y de mayor tamaño que el natural.
Busto relicario de papelón de San Marcelino Papa y otro tallado en madera de San Calixto, ambos del s. XVII. En la restauración realizada cabe señalar la constatación del valor del relicario de papelón que había perdido la policromía y tenía deformador el cuello y la del Cristo, que sin duda es la mejor pieza, representaba unos repintes tan burdos que cegaban el propio modelado de la imagen, así como unos toscos taponamientos de grietas con yeso y cola.
Dentro del cojunto que enmarca a la Ermita de San Roque está el Crucero y de una forma poco ortodoxam deplazando a la Cruz central, se alza una bella cruz de piedra del s.XVII, colocada sobre un pedestal.
Además de esta Ermita, existía en Quintanilla de Onésimo una segunda ermita llamada de San Cristóbal,que se encontraba en el cotarro de su nombre, no se sabe con precisión cuando se arruinó pero sí se conoce el lugar exacto de su ubicación por los restos de cimientos y tejas que aún perduran en el cerro, donde todavía persiste una sencilla cruz de piedra, mudo testigo de la antigua ermita. Desapareció en fecha incierta, y su culto no se recuerda en Quintanilla de Onésimo, no teniendo incluso noticisa de los motivos de su construcción, al contrario que la de San Roque, donde claramente se ve su origen, motivado por la peste, que asoló al pueblo, dejándole prácticamente convertido en un despoblado.
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La arquitectura popular no hace alusión sólo a la vivienda, sino a todos los espacios creados para satisfacer las necesidades de la familia rural y responde a las necesidades concretas de los habitantes. No está uniformizada por la industria. Los materiales principales son el hierro, la piedra y la madera, suelen tener dos plantas, la inferior generalmente en piedra, por cuestiones relacionadas con la humedad y el clima y la superior no siempre en piedra, con adobe como elemento principal. La distribución típica era la planta inferior para los animales y la superior para las personas. El conjunto de la casa popular se articula en el corral del que suelen disponer casi todas las casas aunque con variaciones en cuanto a tamaño y disposición. En él suelen encontrarse las edificaciones anejas, bien de una o de dos plantas, siendo más abundantes las de planta baja. Estas edificaciones sirven para realizar bajo ellas tareas domésticas, guardar los aperos, leña, paja... la última suele guardarse en la segunda planta si la hubiere.
La casa solariega se podría encuadrar dentro de la popular diferenciándola por el escudo o blasón como elemento significativo de su fachada. Eran habitadas por la baja nobleza (hay excepciones) que participa de la vida general en cuanto a sus fuentes de ingresos y modo de vida, diferenciándose más por sus materiales y a veces por sus elementos decorativos más que por su estructura o concepción básica. La denominación "Casona" o "Casa Grande" es indicativa de la mayor superficie que ocupan estas casas y de que sus dimensiones están por encima de la media del caserío de la zona.
]]>El edificio era de tres naves de igual altura dividido en tres tramos, cubiertos con bóvedas de crucería estrelladas y terceletes que eran formados por arcos apuntados, que a su vez descansaban en gruesas columnas. La capilla mayor ha sobrevivido y tiene la misma anchura que antes tuviera la nave central; es de escasa profundidad. El tramo que la antecede, también se ha conservado y se cubre conla bóveda descrita anteriormente que sirve de testimonio para recordar el tipo de bóveda que antes cubría toda la nave central de la iglesia.
El exterior tenía fachada con torre en forma de espadaña donde se albergaban las campanas.
De esta iglesia sólo se conserva la cabecer, puesto que en 1958 se derrumbó más de la mitad de la iglesia, el resto es de moderna construcción que forma una amplia y luminos nave que se inauguró en 1996. No obstante, conserva importantes obras escultóricas distribuídas por todo el templo.
En el presbiterio encontramos cuatro columnas de un retablo rococó enmarcan el altar mayor. Suspendido sobre este altar aparece una escultura de Cristo crucificado, que es buena talla de la segunda mitad del siglo XVI.
La que antiguamente fue capilla mayor, es hoy una capilla lateral situada en la nave de la epístola. Sirve de espléndido marco para albergar al que fue retablo mayor que es una de las mejores obras de escultura y pintura del renacimiento en Castilla.
El retablo mayor de la iglesia ha suscitado gran atención entre los historiadores del arte y tanto sus esculturas como sus pinturas han sido objeto de abundantes citas. está realizado por el pintor vallisoletano Jerónimo Vázquez, compuesto de cuatro cuerpos y horizontalmente se divide en cinco compartimentos ocupando el central imágenes de escultura; los inmediatos a este por uno y otro lado, tienen cuadros de pinturas en tabla y los de las partes laterales composiciones ejecutadas en medio relieve.
El sitio principal del retablo está ocupado por la imagen de San Millán, Abad; encima de la Asunción de Nuestra Señora y en la parte más alta, la coronación de la Virgen y la espiga del retablo figura un templete sobre el cual aparece Cristo crucificado. Asus dos lados imágenes de los soldados durmientes.
En la línea de la izquierda y contando de arriba abajo, hay pinturas del nacimiento de Jesucristo, la Salutación a Santa Isabel, del Descendimiento y una de asunto ignorado; así como en la línea de la derecha están la Adoración de los Reyes, el nacimiento de San Juan Bautista, el embalsamamiento del Señor y otro asunto desconocido, terminando en ambos extremos con cuadros de relieve, al aizquierda la Asunción, San Millán de pastor y David con el arpa y a la derecha la circuncisión, la muerte de Nuestra Señora, la de San Millán entre sus monjes y Josué con la espada. Hay también imágenes de Santa Lucía, Santa Bárbara, Santa Catalina y Santa Águeda; en el basamento, Doctores y Evangelistas .
En la parte alta como terminación, se destacan a los lados San Pedro y San Pablo y el centro el característico crucifijo con la Virgen y San Juan. La separación arquitectónica al encuadrar los diversos compartimentos es bastante movida y el ornato de las columnas está limitado tan sólo al tercio inferior, lo cual unido al carácter dominante del conjunto y a la factura de la parte escultórica, nos hace sospechar, la posibilidad de que la obra perteneciese a la segunda mitad de la centuria decimosexta.
Continuando por la Sacristía encontramos más obras de arte como es una escultura de San Pablo de finales del siglo XVI, con policromía del siglo XVIII, una escultura de San Roque de hacia 1550, escultura que procede seguramente de la ermita de San Roque, escultura de Cristo crucificado de principios del XVII, escultura de la Virgen con el niño del sXVIII, pintura del Cristo de Burgos del XVIII, terno bordado del siglo XVIII, cruz parroquial de finales del XVI con escultura de Cristo crucificado en el anverso y la Asunción de la Virgen en el reverso.
En el Baptisterio destaca la pila bautismal renacentista del XVI y una escultura de Cristo crucificado, de la segunda mitad del XVI con cruz de gajos.
Ya por último en otras dependencias de la Iglesia podemos encontrar una escultura de San Millán de finales del s.XVI, una escultura gótica, muy deteriorada, de principios del XVI que representa un santo Obispo, una pintura sobre tabla de la Virgen con el niño del XVII muy deteriorada.
Queda patente por los desembosos hechos para la construcción y ornamentación del templo en el siglo XVI, era producto de una economía saneada y consecuencia de un creciente apogeo de la villa.
Con el derrumbamiento de la Iglesia se perdió parte del importante patrimonio cultural, como el púlpito y su barandilla de hierro forjado, así como la verja que circundaba el altar mayor, tan sólo se rescató después de unos cuantos años (1987), la lámpara que colgaba del techo de la nave central frente al altar mayor. Restaurada convenientemente, fue colocada en su lugar de procedencia.
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Nada mejor para terminar una visita a los viñedos que una cata o buen maridaje en cualquiera de las bodegas del municipio con uno de sus admirados caldos en la mano o con una buena cena, mejor si es con buena compañía.
Quintanilla de Onésimo es el primer pueblo de la Denominación de Origen Ribera del Duero, está ubicado en el corazón de las grandes marcas bodegueras por lo que a esta zona se la ha dado en llamar "la Milla de Oro "de la Ribera.
Existen en Quintanilla en la actualidad doce bodegas que ofrecen excepcionales vinos fruto de la excelente madurez que se obtiene en una tierra única condicionada por la influencia del río Duero y las extremas condiciones climáticas del valle. Casi todas ellas son visitables, concertando cita previa:
Arzuaga Navarro
Cruz de Alba
Dominio de Pingus
Lynus
Moral Díez Vinos y Viñas
Pico Cuadro
Ribón
Valdehierro
Vega de Yuso
Vega Clara
Villacreces
Viñamayor
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