Es desde Quintanilla desde donde nace el Canal del Duero, que abasteció de agua a Valladolid desde el último tercio del siglo XIX. Se inauguró en 1886, y para su construcción se aprovechó la presa formada en el río para los molinos de harina (hoy el Hotel Fuente de la Aceña) y papel. Atraviesa el pueblo por debajo con un arco de medio punto de 556 metros de longitud del E a O siendo el resto del recorrido al aire libre, por la cantidad de mano de obra necesaria, la población creció y el paisaje sufrió un sustancial cambio y sirvió para unir por medio del agua, al pueblo de Quintanilla con la capital.
Hoy podemos disfrutar de un magnífico paseo entre el río y el canal que transcurren paralelos desde Quintanilla hacia Sardón y admirar la riqueza paisajística y arquitectónica del mismo. Igualmente, el Hotel la Aceña, está construído sobre la antigua fábrica de harinas de las que conserva gran parte de su estructura, como son las compuertas que permitían la entrada del agua para mover las muelas.